Mi corazón de heridas y placeres sabe y como las ruedas de una bicicleta sigue a delante.
Tú me transportas a cálidos jardines verdes.
Pensar en ti caldea la sangre de mi corazón y me acercas a las estrellas todas las noches.
Me haces volar en el tiempo y a tu lado me siento seguro,recuerdos negros asfaltados serán y entre tú y yo distancias no habrá.
Recorremos largos caminos y cada día me siento mas vivo,seguiré junto a tu cuerpo,unas veces tibio otras veces frío.
Y aún que tu cuerpo sea de metal el mío calientas en tu avanzar.
Para mi Dama guerrera de nombre Dulcinea.